En muchas empresas, la gestión de residuos se trata como una tarea secundaria, algo que simplemente hay que “sacar” o “tirar”. Sin embargo, una mala gestión de los residuos puede generar costes ocultos, falta de espacio, incumplimientos legales y, sobre todo, una imagen poco profesional del entorno de trabajo.
Aplicar la metodología 5S en la gestión de residuos permite organizar mejor los procesos de descarte, minimizar desperdicios innecesarios y reducir costes operativos. Este post te enseña cómo hacerlo paso a paso, con ejemplos prácticos y consejos para implementar un sistema visual, sostenible y eficiente.
¿Por qué aplicar las 5S en la gestión de residuos?
✔ Porque el desorden genera acumulación, pérdida de tiempo y riesgos.
✔ Porque lo que no se ve, no se controla… y lo que no se controla, se paga.
✔ Porque una gestión visual y ordenada de los residuos mejora la productividad.
✔ Porque muchas empresas desperdician espacio, recursos y dinero por falta de criterio.
Las 5S aplicadas a la gestión de residuos
1. Seiri (Clasificar): separar lo útil de lo inútil
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Identifica materiales, objetos o productos que realmente deben desecharse.
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Crea zonas de descarte diferenciadas: papel, plástico, chatarra, residuos peligrosos.
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Marca los residuos no identificados para su revisión.
✅ Ejemplo: una empresa que revisó su almacén descubrió más de 3 m³ de material obsoleto que ocupaba espacio y ralentizaba el trabajo diario.
2. Seiton (Ordenar): cada residuo en su sitio
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Coloca los contenedores en puntos clave y bien señalizados.
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Usa etiquetas, colores o pictogramas para cada tipo de residuo.
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Define recorridos claros para su recogida.
✅ Ejemplo: en un taller mecánico, reorganizar los contenedores de residuos aceitosos y químicos redujo los desplazamientos y mejoró la seguridad.
3. Seiso (Limpiar): mantener limpias las zonas de descarte
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Limpia a diario las zonas donde se generan residuos.
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Revisa que no haya acumulación ni derrames.
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Identifica focos de residuos innecesarios y actúa sobre el origen.
✅ Ejemplo: una industria cárnica implementó rutinas visuales de limpieza en zonas de residuos, mejorando la inspección sanitaria y reduciendo multas.
4. Seiketsu (Estandarizar): mantener el sistema
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Establece normas claras sobre qué se tira, dónde y cuándo.
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Usa checklist visuales para verificar los puntos de recogida.
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Documenta protocolos para residuos especiales o peligrosos.
✅ Ejemplo: una empresa textil creó guías visuales por tipo de tejido y subproducto. Se logró un 20% de mejora en reciclaje interno.
5. Shitsuke (Disciplina): mantener el hábito
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Forma al equipo sobre el sistema de gestión de residuos.
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Revisa semanalmente los puntos críticos.
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Premia las buenas prácticas y mejora continuamente.
✅ Ejemplo: en una empresa de logística, la incorporación de un “champion 5S” por área mejoró el cumplimiento y redujo sanciones ambientales.

Beneficios directos en los costes operativos
✔ Menos coste de recogida por residuos mezclados o mal gestionados.
✔ Menos espacio ocupado por chatarra, papel o plásticos.
✔ Reducción del uso de materiales gracias a la detección de desperdicios.
✔ Más eficiencia en el uso de tiempo y movimientos del personal.
✔ Mejor cumplimiento de normativas y menos sanciones.
Conclusión
La gestión de residuos no debe tratarse como una molestia. Debe verse como una oportunidad de mejora operativa, sostenibilidad y ahorro. Las 5S ofrecen un enfoque sencillo, visual y práctico para transformar el caos en orden, y los residuos en una palanca de eficiencia.
Empieza con una buena clasificación. Continúa con orden visual. Y consolida con hábitos y estándares.
Ahorrarás tiempo, espacio, dinero… y mejorarás el compromiso del equipo.